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El cuarto principio para recobrar su filo se encuentra en 2 Reyes 6:6:
Entonces el hombre de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y lo echó allí, e hizo flotar el hierro. (LBLA)
Las palabras en las que quisiera que se enfocara son: “¿Dónde cayó?” Ésa es una buenísima pregunta. Y vea la respuesta: “Y cuando le mostró el lugar”.
Ése es el cuarto principio, saber en qué lugar perdió su filo. A menos que regrese a ese lugar, no lo podrá recuperar; y salvo que usted esté dispuesto a tratar con cualquiera que haya sido el asunto que causó que perdiera su filo, jamás lo recuperará.
¿Se dio cuenta que el hombre sabía exactamente dónde lo había perdido? Si usted es honesto, probablemente también podrá saber con exactitud dónde y en qué momento perdió o comenzó a perder su filo espiritual.
Quizás fue cuando se ofendió por algo que otros le hicieron. O a lo mejor fue cuando comenzó a ver demasiada televisión, o cuando comenzó a convivir con cierta persona.
Si le preguntan ¿dónde cayó?, e inmediatamente no puede identificar el lugar, tome algún tiempo para escuchar su corazón y manténgase quieto. No tardará en llegarle la respuesta.
Esto es esencial porque, si usted desea recuperar su filo, debe comenzar donde lo perdió.
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