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La primera manera de mantener su matrimonio a prueba de infidelidades es sazonar su matrimonio con una comunicación afirmativa.
En Cantar de los Cantares 7:1–6 leemos cómo Salomón afirmaba a su novia:
¡Qué bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe! Los contornos de tus caderas son como joyas, obra de excelente artífice. Tu ombligo, como una taza redonda donde no falta el buen vino. Tu vientre, como montón de trigo de lirios rodeado. Tus dos pechos, como gemelos de gacela. Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco. Tu cabeza erguida, como el Carmelo; como púrpura, tus guedejas: en ellas, un rey está cautivo. ¡Qué hermosa eres y cuán suave, oh amor deleitoso! (RVR1995)
Salomón sabía que era vital para él elogiar el cuerpo de su novia porque, como leemos en el capítulo 1, es evidente que ésta era un área de inseguridad para ella.
Esta sulamita era una mujer del campo. Ella dijo: “No me busques porque soy oscura”. Estaba bronceada porque trabajaba en los viñedos. Y, comparada a las mujeres consentidas de tez blanca de la corte, ella se sentía muy insegura.
De manera que Salomón, en su sabiduría, la afirma en ese área donde se siente más insegura.
Hable palabras de afirmación a su pareja en vez de desánimo. Si su cónyuge está sediento de palabras de afirmación y éstas no vienen de usted, abrirá una puerta a la tentación. El diablo enviará a alguien para darle elogios insinceros y, si una persona está hambrienta por recibirlos, automáticamente gravitará a eso.
Alábense mutuamente de manera espléndida. Es una cuestión muy importante que debe hacer.
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