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Hoy quiero darle la segunda manera para mantener su matrimonio a prueba de infidelidades. Se trata de ser un compañero para su cónyuge, invertir tiempo juntos simplemente disfrutando de la compañía del otro.
En Cantar de los Cantares leemos lo siguiente en 7:10–13:
Yo soy de mi amado, y en mí tiene su contentamiento. Ven, amado mío, salgamos al campo, pasemos la noche en las aldeas. Vayamos de mañana a las viñas, a ver si brotan las vides, si ya están en cierne, si han florecido los granados. ¡Allí te daré mis amores! Las mandrágoras exhalan su aroma, y a nuestras puertas hay toda suerte de deliciosas frutas, frescas y secas, que para ti, amado mío, he guardado. (RVR1995)
Note que Salomón y su novia pasaban tiempo juntos. Era una parte importante en su relación. Y debe serlo para un matrimonio próspero.
Si en su caso tiene la impresión de que cada cual ha tomado su propio camino, yo les sugiero que hagan una lista de cosas que ambos disfrutan hacer, o cosas que les gustaría hacer. Puede ser cualquier cosa desde dar un paseo en bicicleta, ir de pesca, ver el fútbol, ir de compras, leer, cocinar, visitar museos, ir a la playa, la fotografía, o cualquier otra cosa de interés.
Una vez que hayan hecho sus listas respectivas, compárenlas para que vean dónde coinciden. Después, elijan dos o tres cosas y esfuércense por hacerlas juntos. ¡Diviértanse!
Tomen un tiempo para hacer por lo menos una actividad juntos cada dos semanas. Si tienen hijos, consigan una niñera para que puedan estar solos. Es el mejor regalo que le pueden dar a sus hijos.
Si no comparten actividades juntos, terminarán viviendo vidas separadas.
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