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En el devocional anterior vimos la primera área en la que el diablo le atacará cuando esté a punto de hacer un avance importante de transición en su vida. Hoy, quiero mostrarle la segunda área, y ésta es el orgullo.
Retomemos el relato del ataque de Satanás en Mateo 4:6: “Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: “A sus angeles te encomendara”, y: “En las manos te llevaran, no sea que tu pie tropiece en piedra” (LBLA).
Creo que en este punto el diablo estaba apelando al orgullo de Jesús. Se dio cuenta de que Jesús estaba firme en Su propio corazón acerca de quién era y qué tenía que hacer.
Así que el diablo lo llevó al lugar más público, y le dijo: “Necesitas probarle a todo mundo quién eres. Si te lanzas abajo, aterrizarás suavemente porque los ángeles te cogerán, y todo el mundo sabrá que Tú eres el Hijo de Dios”.
El orgullo le hará hacer cosas imprudentes, y Satanás estaba haciendo todo de su parte para que Jesús actuara imprudentemente. Pero Jesús contestó perfectamente: “No tentaras al Señor tu Dios” (Mateo 4:7 LBLA).
Por cierto, el versículo que Satanás le citó sobre los ángeles sosteniéndole tiene un final que no incluyó. Y éste es: “Para que te guarden en todos tus caminos” (Salmos 91:11 LBLA).
En otras palabras, usted no puede hacer algo temerario para demostrar algo a alguien y esperar que Dios le salve. No permita que su orgullo le ponga en peligro. Por el contrario, resista el ataque de Satanás en el área del orgullo. Reconózcalo por lo que es. ¡Es su tentación para hacerle caer!
Si usted está seguro de quién es, no tiene porqué demostrarle nada a nadie.
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