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En el devocional anterior, vimos Mateo 24 y algunas de las cosas por las que las personas se preocupan hoy y que están ocurriendo en nuestro mundo: terremotos, hambres, pestes, guerras y rumores de guerra.
Ahora, es muy fácil estar preocupado sobre estas cosas pero, anteriormente, en Mateo 24:3, nos damos cuenta de por qué no debemos preocuparnos.
Más tarde estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos, cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado: ―¿Cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?
Jesús estaba respondiendo a la pregunta sobre las señales de Su regreso, y qué sería aquello que nos señalaría el fin del mundo. Es por eso que dijo: “Cuando vean que estas cosas suceden, no es el momento de empezar a preocuparse”.
¡Es el tiempo de alzar la cabeza porque Él viene pronto! ¡Aleluya!
Píenselo. Si usted abre el periódico el día de hoy y lee sobre las cosas que están sucediendo en el Medio Oriente, parece que las profecías de la Biblia se están cumpliendo todos los días. ¡Qué momentos estos que estamos viviendo!
Amado, Cristo va a regresar y, por la forma en que están las cosas, no está muy lejos. Yo quiero vivir como si Él regresara hoy, y quiero planear y trabajar como si Él no viniera hasta dentro de cien años.
Pero podría ser hoy.
Jesús viene pronto. ¿Está listo para encontrarse con Él? Píenselo. ¿Está viviendo de tal manera que sabe que, cuando Cristo venga, usted no quedará avergonzado? Oro para que usted pueda mirar hacia arriba con un corazón y una cara alegres y pueda decir: “¡Señor Jesús, ven pronto!”
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