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En Lucas 6:38, Jesús dijo estas palabras:
Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.
Ésa es una promesa en la puede apostar su vida entera. Dé y, ¿qué sucede? Se le dará en buena medida, apretada, sacudida, desbordante. Se escucha divertido, ¿verdad?
Sin embargo, fíjese que Jesús también añadió esto: “Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Lucas 6:38). Si tomara una cuchara de mesa, y con ella midiera su dádiva, recibiría una cuchara desbordante. Regresaría a usted una cuchara en buena medida, apretada, sacudida y desbordante.
La medida que usted utilice será la misma medida con la que se le medirá a usted. Si usted utiliza una pala, y con eso mide, así es como se le regresará a usted.
¿Acaso no le gustaría tener una pala de buena medida, apretada, sacudida, y desbordante en vez de una cuchara? Jesús dijo que la medida que utilices será la misma medida que será utilizada para medirte.
Creo que muchas personas están utilizando una cucharita pero están orando: “Dios bendíceme. Tengo muchas necesidades”. Estoy seguro que Dios está diciendo: “Estoy haciendo todo lo que puedo. Estoy apretándola lo más que puedo. Se está desbordando. Pero creo que una cucharita rebosante no es suficiente”.
¿Está usando una cucharita o una pala? Cualquier cosa que utilice es con lo que se le devolverá multiplicado, pero solamente según la medida que utilice.
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Lucas 6:38 nos dice: Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a...
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