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En 1 Corintios 1:26–29 dice:
Hermanos, consideren su propio llamamiento: No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.
Dios se deleita en llamar y utilizar a personas que el mundo desprecia como si no fueran nada. Un viejo predicador dijo: “Dios no está buscando vasijas de oro, Dios no está buscando vasijas de plata, Dios está buscando vasijas que cedan”. Creo que tiene razón.
Es asombroso lo que Dios puede hacer a través de la vida de alguien que no necesita que le reconozcan.
Quizás usted sienta que no tiene mucho qué ofrecer. Si ése es el caso, ¡entonces usted es perfecto! Cuando Dios haga grandes cosas a través de usted, entonces Él se llevará la gloria. ¡Las personas sabrán que fue Él, no usted!
Dios está buscando vasijas que cedan y que Él pueda utilizar de una manera dinámica e impactante.
¿Por qué no le dice hoy, “Señor, aquí estoy, úsame?” Y después de haber hecho esa sencilla oración, prepárese. Dios puede traer algunas oportunidades asombrosas a su vida para que se lance y sea usado para Su gloria.
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