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La Biblia dice en Santiago 4:3: “Y, cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones”.
Santiago dice que pide, pero no recibe, porque pide mal. La palabra malas intenciones en este versículo viene de la raíz griega que significa herir o lastimar. Lo que nos viene a decir es que Dios no le otorgará nada que vaya a herir o lastimar su vida espiritual, ya sea a corto o a largo plazo.
Cuando usted ora, Dios está buscando sus mejores intereses.
Pero después también dijo: “Piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones” (Santiago 4:3). La palabra deleites lleva la idea de sensualidad, lo que significa que, si pido algo para satisfacer el ego de mi carne, entones mi oración hace cortocircuito debido a mi mala motivación.
Por ejemplo, está bien pedir por un vehículo. Yo vivo en el Sur de California donde necesitamos de un carro para trasladarnos. Y yo pienso que Dios le dará un carro que a usted le guste. Después de todo, la Biblia dice que Él nos da todas las cosas para que las disfrutemos. Jesús dijo: “Así su alegría sea completa” (Juan 15:11). Así que yo pienso que Dios quiere que seamos felices, y Él generalmente no tendrá ningún problema en concederle su petición del carro que usted quiera.
Pero algunas personas van más allá, y su verdadera motivación es: “Quiero ese carro porque con ese auto me voy a ver muy bien. Si llegara a trabajar en ese carro, impresionaría a todos. Las personas pensarían que tengo cierto estatus. Si tuviera ese carro, seguro que todas las chicas se me quedarían viendo”.
Tenga cuidado cuando ora de no resbalarse hacia una motivación que no sea pura. Porque causará un cortocircuito en su fe y no recibirá respuesta. Y, si recibe respuesta, será un “no”.
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