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Oseas 6:3 nos da algo que debemos buscar todos los días de nuestra vida:
Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra.
¡Qué grandioso! Cuando busca el conocimiento de Dios, Él vendrá a usted. Él lo refrescará como la lluvia, como la lluvia temprana y tardía.
Estas lluvias hacían que las cosechas maduraran y dieran fruto. Las Escrituras nos están diciendo que cuando buscamos el conocimiento de Dios, un conocimiento personal de Dios, hará que nuestra vida sea una vida abundante. Hará que su vida prospere, traerá frescura a nuestra vida porque Dios vendrá a nosotros.
La pregunta es: ¿cómo buscar el conocimiento de Dios?
Una manera es a través de la naturaleza. Salmos 19:1 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos”. La creación grita: “¡Debe haber un Creador! Soy muy perfecta, muy compleja, soy muy gloriosa para simplemente haber sucedido. Debe haber un Escultor Maestro. Debe haber un Pintor Maestro. Debe haber un Creador detrás de todo esto”.
Las estrellas de los cielos y la luna literalmente declaran la gloria de Dios. Cuando ve el atardecer sobre el Océano Pacífico, o ve las montañas, o ve el césped de su jardín, todos gritan que hay un Creador.
Tome tiempo para buscar el conocimiento de Dios esta semana solamente observando la naturaleza. Cuando lo haga, llegará a un conocimiento de Dios más profundo al ver y entender la belleza y la majestad de Él de una manera nueva y estimulante.
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