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La tercera cuestión que necesita examinar en su vida, si en verdad está en el hoyo, es cerciorarse de estar obedeciendo las advertencias de Dios.
Dios sí nos advierte, pero debemos escuchar esas advertencias. Así como Job 33:14–18 dice:
Aunque lo cierto es que Dios habla de una u otra manera, pero el hombre no lo entiende. Por sueños, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se duermen en el lecho, entonces se revela él al oído del hombre y le confirma su instrucción, para separar al hombre de su obra y apartar del varón la soberbia, para librar su alma del sepulcro y su vida de perecer a espada.
Dios siempre trata de advertirnos para mantenernos fuera del hoyo y para mantener nuestras vidas fuera del peligro. Y Él habla de diferentes maneras. A veces, como leemos aquí, Dios nos hablará inclusive a través de un sueño.
Al observar mi propia vida, puedo darme de cuenta de que he caído en los hoyos varias veces por no escuchar las advertencias de Dios. Ha habido muchas ocasiones en las que he estado tan ocupado que no he percibido el hecho de que Dios me estaba hablando. No era porque Dios no me estuviera advirtiendo. Sí que lo estaba. Simplemente yo tenía muchas otras cosas que me estaban quitando el tiempo para escucharle.
Él siempre es fiel en advertirnos. Lo que sucede es que nosotros no siempre somos fieles en escucharlo. De manera que, si se encuentra en el hoyo hoy porque no le prestó atención a la advertencia de Dios, simplemente diga: “Dios, lo siento”. Arrepiéntase. Dios lo perdonará. Y estará en camino para recibir Su liberación.
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