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Pero desde allí buscarás al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. (Deuteronomio 4:29 LBLA)
En el devocional de hoy, quiero mostrarle las primeras tres veces, de seis, que debemos buscar a Dios.
Y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7:14 LBLA)
Si peca, no se esconda de Dios, búsquelo. No permita que la vergüenza cree una distancia.
¡Dios, Dios mío eres tú!, ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas. (Salmos 63:1 RVR1995)
Cuando percibe distanciamiento entre usted y Dios, o si se siente seco espiritualmente, ¡no tarde más! ¡Búsquelo temprano!
Cuando mis macetas se ven secas, las riego. No me espero hasta que se sequen y casi se mueran. Si la tierra está seca y las hojas se comienzan a caer, tienen necesidad de agua en ese mismo instante, y lo mismo sucede cuando usted se siente espiritualmente seco.
Una de las claves para mantener las macetas—y nuestras vidas espirituales—saludables es darles mantenimiento desde temprano.
Busqué al Señor, y El me respondió, y me libró de todos mis temores. (Salmos 34:4 LBLA)
Cuando tenga miedo o se encuentre ansioso, es tiempo de buscar al Señor. ¡Cuando le busque tenga por seguro que Él le librará de todos sus temores!
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