¿Quieres respuestas directo en tu correo electrónico?
Suscríbete para recibir devocionales diarios GRATIS y actualizaciones de Bayless.
En Salmos 69, David comparte sus pensamientos íntimos al expresarle a Dios que se siente afligido, dolido, abatido, y consternado. David se sentía como si se estuviese hundiendo en los caudales de una crecida, atrapado en la arena movediza de las dificultades.
Si usted es como yo, estoy seguro que también se ha encontrado en esa situación. De hecho, quizás se encuentre ahí ahora. Los caudales de una crecida han llegado a su vida. Siente que el agua ya le llega a la nariz y está a punto de ahogarse.
Para la mayoría de nosotros, nuestra respuesta automática es afligirnos y deprimirnos, darnos lástima, y esperar recibir consuelo y exhortación de aquellos que nos rodean.
La reacción de David fue diferente. Y es un modelo de cómo deberíamos responder ante los momentos de dolor y tribulación de una manera que agrade a Dios. En Salmos 69:30–31, David declara:
Con cántico alabaré el nombre de Dios, y con acción de gracias le exaltaré. Y esto agradará al Señor más que el sacrificio de un buey, o de un novillo con cuernos y pezuñas. (LBLA)
Cualquiera puede cantar cuando el sol está brillando. Es fácil alabar a Dios y cantar victoria cuando las cosas están saliendo a nuestra manera. Sin embargo, alabar a Dios cuando las cosas no van bien—eso le agrada a Dios.
Adorar a Dios, magnificarle y agradecerle incluso cuando parece que no vamos a salir bien parados, eso agrada el corazón de Dios. Le demuestra algo sobre usted. Le demuestra que tiene fe en Él, y abre un camino para que Dios obre en su vida.
Si en su vida siente dolor y apuro, empiece a alabar a Dios, y vea cómo Dios se pone manos a la obra.
Escuche este devocional haciendo click aquí
No es inusual que el ascenso de Dios al principio parezca un descenso, o que uno se sienta como si fuese de reversa. Hay un par de buenos ejemplos de...
En Lucas 16:12, Jesús, hace una declaración muy interesante—unas palabras que nos dan una visión de la fidelidad que se espera de nosotros: Y, si con lo ajeno no han...
Uno de la multitud le dijo: Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo. Pero El le dijo: ¡Hombre! ¿Quién me ha puesto por juez o árbitro sobre vosotros? Y les...
Suscríbete para recibir devocionales diarios GRATIS y actualizaciones de Bayless.
¡Gracias por suscribirte a nuestro devocional diario! Ahora revisa tu correo electrónico para confirmar tu suscripción.