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¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo? (Amós 3:3 RVR1995)
Para caminar con Dios, uno tiene que estar de acuerdo con Él. Para experimentar el cumplimiento de Sus promesas en nuestras vidas, debemos estar de acuerdo con lo que dicen esas promesas—ya sea que comprendamos o no cómo se cumplirán.
Cuando el ángel Gabriel se le apareció a María y le dijo que daría a luz a un hijo, ella preguntó: “¿Cómo será esto?, pues no conozco varón” (Lucas 1:34 RVR1995).
Una pregunta bastante lógica, ¿no cree? Parecía imposible para María. No podía comprender cómo la anunciación de Gabriel podría suceder.
Me encanta la respuesta de Gabriel: “El Espíritu Santo” (Lucas 1:35 RVR1995). Ésa también es la respuesta a sus imposibilidades. Cuando usted no pueda comprender cómo una promesa se puede cumplir, la respuesta es “¡El Espíritu Santo!”
En aquel mismo momento, María pudo haber dicho: “¡Imposible! Eso no tiene sentido. ¡No lo acepto!” Pero no lo dijo. Más bien, dijo: “Aquí está la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38 RVR1995).
María estuvo de acuerdo con la promesa de Dios y la aceptó. Y después sucedió el milagro.
Cualquier cosa que esté enfrentando hoy, tome la decisión de ponerse de acuerdo con Dios y Sus promesas. ¡El Espíritu Santo puede hacer conforme a Su Palabra!
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