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En este blog, examinamos las profecías de Isaías, particularmente el capítulo 53, que es uno de los pasajes más impresionantes en toda la Biblia. Fue escrito 750 años antes de Cristo, pero claramente profetiza la venida de nuestro Salvador. Describe tanto Su sufrimiento como lo que Él realizaría para nosotros a través de eso.

Isaías 53:3–4 declara de Jesús:

Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto;
y como que escondimos de él el rostro,
fue menospreciado, y no lo estimamos.

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,
y sufrió nuestros dolores;
y nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido.

Isaías proféticamente ve en el futuro la crucifixión de Cristo. Las personas de los días de Jesús lo rechazaron, creyeron que Él era castigado por Dios por causa de Sus propios pecados.

Isaías 52:14 nos dice que Su apariencia física estaba tan dañada que ¡Él ya no era reconocible!

Jesús recibió tantos golpes que Su apariencia física llegó a horrorizar. Ese fue uno de los factores que llevaron a las personas a decir que Él era castigado por Dios. Pero no tenían idea de que Su sufrimiento era por ellos. No tenían idea de que Él estaba pasando eso por ellos.

Isaías luego nos dice que, en Su sufrimiento, Jesús llevaría nuestras enfermedades y sufriría nuestros dolores. Ahora, cuando pensamos en enfermedades y dolores, en general, nos inclinamos hacia el sufrimiento emocional y mental. Y eso es lo que esas palabras significan para nosotros, al menos en la cultura occidental.

Aunque eso ciertamente es verdad, hay más. La palabra dolores en el verso 4, en hebreo se refiere a dolor físico. La palabra enfermedades en hebreo significa enfermedades o dolencias.

Así es como La Jewish Publication Society traduce este pasaje: Seguro nuestras enfermedades Él llevó y nuestros dolores sufrió. La traducción de Rotherham declara: Sí, seguro nuestras enfermedades llevó; y en cuanto a nuestros dolores, Él llevó su carga.

La palabra traducida como dolores en el verso 4 se traduce como fuerte dolor físico en Job 33:19. En su Biblia, la palabra dolores se traduce como enfermedad muchas veces, como sufrimiento varias veces… y como dolencia solo 2 veces.

Y en Mateo 8:16–17, encontramos este comentario sobre ese pasaje de Isaías:

Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

El Espíritu Santo se movió sobre Mateo al escribir el Evangelio, y nos da la interpretación de Isaías 53:4, que Jesús tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Y note que el verso 4 comienza con la palabra ciertamente. Eso significa: absolutamente más allá de cualquier argumento; más allá de toda duda, Jesús tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

¡Es una poderosa verdad y es una parte vital de la obra redentora de Cristo! Espero que conozca la totalidad de Su presencia y consuelo hoy.

Join the discussion 4 Comments

  • Lourdes Martinez says:

    Entonces si El llevó nuestras dolencias, porque tantos que creemos en Su Palabra enfermamos y nunca nos sanamos?

    Muchas Gracias

    • Noel says:

      Nuestra actitud en medio de cualquier circunstancia debe ir acompañada de fe, teniendo la certeza de que nuestro redentor está vivo y que aún después de la muerte tenemos un mejor lugar, ahora conocemos la historia de Job, pero solamente él,en su propia carne experimentó un muy grande sufrimiento y su actitud para su Dios fue ? He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos,
      Job 13:15

    • Respuesta con Bayless Conley says:

      Hola, Lourdes. Muchas gracias por tu pregunta. En el contexto de Isaías 53:3-4, que nos habla del sufrimiento de Jesús llevando nuestras enfermedades y dolores, es natural preguntarse por qué los creyentes aún experimentan enfermedad física y sufrimiento.

      Un ejemplo poderoso en la Biblia sobre el sufrimiento y la enfermedad es el libro de Job. Job era un hombre justo y fiel que experimentó una pérdida y enfermedad tremendas. A pesar de sus sufrimientos, Job nunca perdió su fe en Dios, aunque no entendía por qué pasaban estas cosas. Al final del libro, vemos que Dios no abandona a Job, aunque su restauración no niega la realidad de su sufrimiento previo.

      Este ejemplo nos recuerda que vivimos en un mundo caído, donde el dolor y la enfermedad son realidades con las que todos nos enfrentamos en algún momento. Sin embargo, la promesa de Isaías 53:3-4 y el ejemplo de Job no son tanto sobre la eliminación inmediata de toda enfermedad física para los creyentes, sino sobre la presencia constante de Dios con nosotros en medio de nuestro sufrimiento. Dios nos ofrece consuelo, fuerza y, en algunos casos, sanación física, pero su presencia y apoyo no dependen de nuestra situación física.

      La enfermedad y el sufrimiento nos ofrecen también una oportunidad para profundizar en nuestra relación con Dios, aprender a confiar más plenamente en Él y experimentar Su consuelo y paz, incluso cuando las respuestas a nuestras preguntas no son claras. La fe en Dios nos lleva a encontrar esperanza y propósito, incluso en medio del dolor, confiando en Su plan y Su tiempo para nuestra vida.

      Bendiciones,
      -Equipo de Respuestas con Bayless Conley

  • Jorge Lunas says:

    Ahí se ve el nivel de fe Lourdes Martínez, somos probado… por eso cuando Jesús se encuentra con el ciego Bartimeo le dice por tu fe eres sano.

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